Bienvenid@ a la web profesional de Salvador Castillo. En esta web comparto aspectos de mi experiencia laboral, mis inquietudes profesionales, nuevos aprendizajes y quizá, también, algunos planes de futuro.
Breve historia profesional
Si tuviera que definir de forma coloquial cómo ha sido hasta ahora mi carrera profesional con el mínimo de palabras posible usaría «variable de ajuste». En los diversos grupos de trabajo de los que he formado parte, ha sido habitual que estuviese a cargo del área en la que ningún miembro del grupo teníamos conocimiento. De esta forma preservamos la eficiencia global del grupo -puesto que el resto de miembros trabajaban en aquello en lo que eran especialistas. Esto me ha llevado, a lo largo del tiempo, a aprender aspectos de contabilidad y finanzas, marketing y ventas, hacer contratos comerciales, o diseño digital, entre otras cosas.
El sentirme cómodo con el cambio puede ser consecuencia de nunca haber ejercido la carrera que corresponde a mi título académico. Tras haber obtenido un Master en Física Aplicada, mi primer trabajo fue, todavía en los albores de internet, hacer un eCommerce programando en un lenguaje que no conocía usando una base de datos muy novedosa en aquel entonces. A continuación trabajé en telecomunicaciones móviles, y después en software de smartphones con los primeros iPhone. Tras un breve paso por Fintech, ahora estoy centrado en el desarrollo de una propuesta tecnológica, legal y de procesos para el tercer sector, en concreto en Justicia juvenil. Antes de cada salto no tenía un conocimiento previo del área a la que iba. Para mi estudiar por las tardes lo que voy a necesitar producir en horario laboral es algo que tengo absolutamente normalizado y asumido.
Una consecuencia directa es la ausencia de una carrera profesional acotada en la especialización en un área de negocios concreta. Por otro lado, me resulta muy interesante ir adquiriendo conocimientos y experiencia en sectores muy dispares y sintetizarlos para resolver y avanzar los retos que se presentan. Creo que lo de «pensar fuera de la caja» se me da razonablemente bien porque no tengo claro en qué caja estoy, y por propia deformación profesional traigo puntos de vista de otros sectores a situaciones que en principio no parecen relacionadas. La consultoría es una carrera profesional exigente y con largos horarios pero a cambio es difícil aburrirse si uno tiene inquietud intelectual. Siempre hay algo nuevo que aprender que es aplicable a una tarea a realizar.
Doer, Driver, Dreamer… Doer.
Inicialmente yo era lo que se llama un «Doer«. Mis asignaciones iniciales era desarrollar/configurar el sistema o programa que me ocupase en cada momento. Los requerimientos eran más o menos concretos y la estimación de tiempos de cada tarea estaba como máximo en el rango de horas o muy pocos días. La evolución natural me llevó a ser analista de sistemas, arquitecto de sistemas -donde ya se integran varios sistemas entre sí y el rango de tiempo versa en días/pocas semanas. El camino hacia Jefe de Equipo, Jefe de Proyecto y Gerente implica asumir progresivamente más tareas de gestión y planificación y, por ende, a delegar sustancialmente tareas de producción en otros compañeros supervisados, en una sutil transición hacia el rol de «Driver«. El rango de tiempo en las tareas pasa a ser de semanas/pocos meses. Al ser invitado a co-fundar una empresa tecnológica en EEUU, salté al rol de «Dreamer«: como Director – Vicepresidente tenía que encontrar soluciones estratégicas a situaciones de las que no había referencias en las que apoyarse, como intrínsecamente corresponde a una startup de innovación. El ámbito temporal de las decisiones es de años. Y hay poco margen de error.
El ascenso en la escalera profesional es un arma de doble filo. No tanto porque una promoción de categoría implica un aumento de responsabilidad; adquirir nuevas responsabilidades nunca ha sido un problema, sino más bien una necesidad para mantenerme enfocado. La parte que creo menos buena del ascenso profesional es el decremento de la independencia para producir tangibles de producto. Gestionar 360° a equipos de gran tamaño es una tarea complicada. Las presentaciones a clientes/inversores son momentos de mucha tensión. Mantener operativa una empresa es una gran responsabilidad legal. Las discusiones estratégicas son cruciales para la viabilidad de una compañía. Y haciendo todo eso uno se va alejando de la producción y se convierte en un gestor de más alto nivel. Poco a poco se va generando más dependencia bottom-up con los equipos que compensa la dependencia top-bottom intrínseca a una estructura jerárquica. Y cuando un desarrollador, por ejemplo, es el único que sabe programar un elemento fundamental de la compañía, o quien atesora el conocimiento de una arquitectura, o se hace dueño de un interfaz crucial, entonces la presión y las demandas cambian de bando. Y contratar a un solape a menudo no es viable, y en otras ocasiones no es aconsejable por mantener el buen ambiente de trabajo. Tener la capacidad de manejar directamente dicho elementos clave de la infraestructura de la compañía, definitivamente no al mismo nivel de detalle, pero sí lo suficiente como para mantenerlos mientras llega un sustituto, re-equilibra el tablero y permite evitar conflictos.
Por ello, en los últimos años he decidido recorrer el camino inverso al original, de modo que he vuelto a adquirir capacidades directas de producción, mientras mantengo mis habilidades como estratega, gestor, vendedor y supervisor. Mi objetivo es delegar el 80% del trabajo en cada área y mantener una panorámica directa de medio nivel en las tareas productivas. He visto CTOs de prestigio de empresas multinacionales atendiendo reuniones técnicas de seguimiento de proyecto. No es micromanagement. Sólo es cultivar la capacidad de producción y mantener la independencia de acción, mientras se minimizan riesgos.
Logotipo / Escudo de armas
Elegir un Escudo de Armas basado en la tradición heráldica como logo de mi web profesional es una elección simbólica meditada. En el medievo, los escudos de armas servían para identificar unívocamente a los caballeros, ya estuviesen en la corte, viajando, o en batalla. Así, por siempre ser fácilmente identificables, dichos caballeros estaban sujetos al escrutinio constante de sus acciones -y también sus omisiones- ostentando la responsabilidad del nombre de su linaje. En España la forma más antigua de tener un escudo de armas es la adopción propia. Todo ciudadano tiene derecho a adoptar su propio escudo de armas.
Como todo el mundo alguna vez, en mi carrera profesional he encontrado situaciones complejas donde intereses encontrados, y no siempre alineados con el negocio, pugnaban por prevalecer. A veces, en la confusión, no se logra discernir entre quien aporta el valor y quien la cortina de humo. Yo siempre he tenido como objetivo actuar de forma clara y trazable. No soy perfecto y he cometido equivocaciones, pero afortunadamente puedo defender mi carrera profesional desde la ética. Por tanto, soy el primer interesado en que se me pueda identificar y reconocer. En cualquier lugar. Y cargo con gusto la responsabilidad de mi reputación. Como los antiguos caballeros. Tengo algo de anacrónico en mi espíritu.
Blasón
Según el Glosario Heráldico del Reino de España, el Blasón es «Descripción del escudo según las normas estrictas de la Heráldica». Mi diseño es moderno y no se ajusta estrictamente a dichas normas, por lo que el blasón de mi Escudo de armas es sui generis:
Escudo español abombado partido de sanguíneo y gules con cabrio y ribete en oro. Espada en plata y aguamarina a la diestra, castillo en plata y aguamarina a la siniestra, y lince en plata y aguamarina en punta.
Lema: «Alterius non sit qui suus esse potest«
El tipo de escudo es español con un abombado central que simboliza un avance.
El esmalte sanguíneo (de gules – rojo) simboliza defender a los agraviados por falta de justicia haciendo correr la sangre. No se recomienda el uso del rojo en ese tono pero hold my beer.
El esmalte sinople (verde) simboliza socorrer a los pobres, a los paisanos y a los labradores que estén oprimidos.
El metal plateado o blanco simboliza defender a las doncellas y amparar a los huérfanos.
El metal dorado o amarillo simboliza hacer bien a los pobres y defender a su patria.
El color aguamarina (no existe ni como metal ni como esmalte en la tradición heráldica, por lo que lo inauguro yo) simboliza defender la libertad individual frente a turbas envilecidas.
El castillo o fortaleza es una referencia al linaje de mi apellido. La espada, a disponer de la capacidad necesaria para enfrentar las injusticias. Y el lince, un animal local en Córdoba que referencia ser sutil y astuto y no confrontar si no es realmente necesario.
El lema aparece inicialmente en las fábulas de Esopo.
Hay otra versión de mi escudo de armas con un yelmo en jefe, pero no la voy a usar todavía. En mi visión cosmológica -quijotesca- aún no he construido algo que tenga un impacto transformacional en la vida de mucha gente, y sólo ése será el momento indicado para adoptarlo.
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